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Nombre Real: Joan Wang
Otros Alias: Espada Silenciosa
Profesión: Directora de Night Club, guerrera y asesina. 
Lugar de Nacimiento: Templo de Zaresh, ubicación del mismo desconocida. 
Estado Civil: Soltera
Parientes Conocidos: David Wang, más conocido como Ojos de Jade
Grupo de Afiliación: Consagrada desde su nacimiento como sicaria a las órdenes de su padre. Actualmente, parece haber sido relegada de sus funciones. 
Base de Operaciones: Nueva York. Red Velvet Club
Primera Aparición: La Casa de las Bellas Durmientes, relato incluido en Action Tales, antología Pulp.  En Action Tales: La Sombra #1. La Mano Escarlata #1 Altura: 1,55
Peso: 50 kgs
Ojos: Verdes
Pelo: Negro
Rasgos distintivos: Unos ojos verdes como dos jades tallados. Dragón verde tatuado en su seno izquierdo. 
Poderes y habilidades:Criada desde la cuna para ser la perfecta guerrera al servicio de su padre, Joan Wang es una combatiente cuerpo a cuerpo casi imbatible, haciendo gala de un estilo que combina influencias de diferentes artes marciales. Sus reflejos son comparables a los de Diana Hunt, aunque siguen estando por debajo de los de La Sombra. En la oscuridad, puede moverse con una pericia superior a la de otros humanos puros. En lo que se refiere al uso de las armas, es una maestra en el manejo de la espada y los cuchillos, y cualquier otro tipo de arma blanca. Tiene un buen domino del arco, la ballesta  y las cerbatanas y no es mala pistolera, aunque no guste de usar armas de fuego. 
Gracias a sus estudios, y a su padre, domina el arte de la elaboración de venenos, anestésicos y pócimas capaces de dominar voluntades ajenas. 
Parafernalia: Como Espada Silenciosa, se viste con un traje negro parecido al que asociamos con los ninja. Casi siempre lleva una buena selección de artillería encima. Espada propia de los guerreros de Zaresh, de hoja curva y doble filo (aserrado el interior, y liso el exterior). Cuchillos, tanto de hoja curva como lisa, de mango repujado en oro, brazalete lanza estrellas, cerbatana, ballesta. 
Cuando va de incógnito o en otras ocasiones, puede usar una nudillera provista de pinchos en los nudillos propiamente dichos y de cuchillas en los laterales. Los bolsillos de sus chaquetas están reforzados para poder ocultarla. Si usa armas de fuego, opta por la Beretta, arma fetiche de su antigua amante Diana Hunt. 
Historia:Joan Wang fue consagrada desde su nacimiento, al templo de Zaresh, para ser criada como guerrera al servicio de su padre. Nada sabe de su madre, salvo que era una de tantas concubinas del templo, destinadas a alumbrar a hijos de “Grandes Hombres” y que su nacionalidad podía ser francesa. 
La educación recibida por la joven se podía reducir a tres máximas: 
1. Obediencia
2. Servir a su señor y a su pueblo con todas sus armas. 
3. Desterrar de su ser el demonio de los sentimientos. 
A estas, habría que añadir una cuarta: “Los errores en Zaresh se pagaban con la propia vida o con el látigo”.
  A pesar de su corta edad, pronto se destacó como una de las alumnas más avezadas.  Así, a los siete años llevó a cabo su primera ejecución, a los diez suturaba sus propias heridas. Nada más tener su primera menstruación, comenzó a ser instruida en las artes de la seducción y amatorias.  A los dieciséis, le tatuaron en su seno el dragón verde que la marcaba como guerrera de Zaresh, también sufrió un proceso de esterilización. Por fin pudo reunirse con su padre en Faust City. Pese a haberse criado en el ambiente aislado del templo, pronto se convirtió en una de las reinas de la alta sociedad de la ciudad; su belleza la hizo ser considerada la mujer más bella de toda la urbe.  Desconocedores de su verdadera edad, todos la consideraban una mujer de mundo, sofisticada y madura. 
Al cabo de un año y medio de estar en la ciudad, su destino se cruzó con el de Diana Hunt. La hosquedad de la entonces exmilitar sedujo a Joan Wang; la inteligencia de Joan, derrotó a la indiferencia de Diana. La incapacidad de la guerrera para entender cuánto le importaba la apache, la hizo guiar a su amante por los mejores rincones del vicio, dentro del imperio de su madre. El viaje duró seis meses, hasta que una de las masajistas al servicio de Ojos de Jade confesó a Diana su condición de esclava. La delación llegó a oídos de Joan y su decisión, que en aquel momento creyó fruto del rigor profesional, fue ejecutar a la traidora delante de Diana. Para ello, usó un método muy querido por su padre: el collar de la muchacha, un abalorio diseñado por el propio Ojos de Jade que decapita poco a poco a la víctima. Esa tarde Joan vio cómo Diana, lejos de dejarse sorprender o intimidar, huía de la casa de David Wang, con las manos manchadas con la sangre de dos guardaespaldas.
Más tarde, Diana regresaría a la ciudad, como detective privado y enemiga de Ojos de Jade. Su destino y el de Joan se cruzaron en dos ocasiones. Una en la aventura de La casa de las Bellas Durmientes. En la segunda, se fraguó la perdición de Joan. Siendo Diana prisionera de Ojos de Jade y parte de un espectáculo de gladiadores, la misión de Joan era, una vez la detective hubiese resultado vencedera en el combate, inyectarle una droga que la convertiría en fiel servidora de Ojos de Jade. Por desgracia, y sin que su padre lo supiese, Joan había tomado una dosis de otra droga: La verdad. Su intención era reafirmarse en la creencia de que compartía el deseo de su padre de someter a  Diana, lo que realmente descubrió es que solo deseaba que Diana fuese suya por propia voluntad de la detective. Joan dejó escapar a Diana, haciendo creer a todos, incluso a la afectada, que la detective la habia derrotado en una lid desigual. Su actuación fue vista como un error y no como una traición por su padre. Por eso, no fue la muerte, sino el destierro, técnicamente para encargarse de dirigir los negocios de Ojos de Jade en Nueva York. 
Actualmente parece haberse desentendido de los negocios familiares para hacerse cargo del Red Velvet. El recuerdo de Diana y posteriores dosis de Verdad, parecen haber cambiando en cierta medida la personalidad de la asesina, pero aún sigue siendo una guerrera con un sentido de la moral forjado bajo el látigo de Zaresh. 

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